Roy Aguilar Quispe
Los acontecimientos políticos en esta coyuntura electoral son rápidos, pero no por ello dejan de tocar importantes temas políticos, después de la derrota electoral que sufriera la derecha más rancia y autoritaria en la capital y el avance de alternativas populares en el resto del país, la derecha rápidamente cambia su discurso; en plena campaña tildaban a Villarán de roja o del caballo de Troya de los radicales, apenas se dieron cuenta que tampoco podían revertir su derrota electoral en el conteo de votos, lanzan un discurso más complaciente con la nueva alcaldesa, ahora es una izquierda responsable que esperan no se deje influenciar por los radicales, que la izquierda no ha ganado sino que es un fenómeno electoral suigeneris. Todo esto solo con el objetivo de no permitir que esta también se convierta en una derrota política, tratando de dar a entender que la gente no quiere cambios y que solo ha ganado el carisma de la candidata.
Esto de la Izquierda Radical (antisistema, retrograda, estatista, chavista, autoritaria, sectaria, terrorista, etc.) y por otro lado la Izquierda Responsable (Liberal, moderna, democrática, centroizquierda, etc.) es algo que la derecha lo maneja muy bien a través de los medios de comunicación buscando jalar al ruedo a la Centroizquierda y dejar fuera de todo derecho de participar en la contienda electoral a la Izquierda Revolucionaria y debemos reconocer que de parte de nosotros, los revolucionarios, no ha habido la respuesta adecuada, antes de tratar de robar cámaras y salir con declaraciones tardías y/o oportunistas frente al triunfo de FS, debiéramos salir a plantear nuestra propuesta de gobierno, nuestro concepto de democracia y sobre todo a dejar claramente sentado que como seguidores de Mariátegui, planteamos una Revolución en el Perú Sin Calco Ni Copia y de una vez por todas dejen de endilgarnos el papel de satélites de Chavez o de las FARC, para lo cual también será necesario sentar claramente nuestra posición respecto al papel de estos en los procesos revolucionarios de sus respectivos países.
La Izquierda, desde que los jacobinos asumieron una posición en la Asamblea Nacional de la Francia Revolucionaria, en general, siempre se ha distinguido por sus planteamientos progresistas en pro del colectivo antes que de lo individual, buscando la igualdad en la sociedad por medio de los derechos sociales (colectivos, civiles, etc.), frente a intereses individuales y privados, que es la visión tradicional de la sociedad que defiende la derecha, la Izquierda Revolucionaria, además de apelar a los derechos civiles, cuestiona el sistema económico capitalista y la democracia representativa, es por estas dos razones que recibimos feroces ataques de la derecha, que en aras de defender el sistema imperante busca descalificarnos como alternativa política.
No podemos caer en el tradicional discurso contestatario, es necesario aclarar, porque creemos que debe cambiar el capitalismo y la democracia representativa, planteando claramente nuestra propuesta; es más siendo esta nuestra posición, en este momento no estamos buscando en el corto plazo conseguir estos objetivos, solo planteamos que el estado vele por el bienestar colectivo y no por el de las minorías, para lo cual en lo concreto se plantea una nueva constitución, nueva república, un gobierno popular y lucha contra la corrupción.
Por ello debemos salir a aclarar, que sí somos de una Izquierda Revolucionaria, que busca la unidad de todas las izquierdas, progresistas y nacionalistas, para cambiar el rumbo de nuestra patria, por eso participamos en las elecciones, para a través del gobierno iniciar estos cambios.
Los acontecimientos políticos en esta coyuntura electoral son rápidos, pero no por ello dejan de tocar importantes temas políticos, después de la derrota electoral que sufriera la derecha más rancia y autoritaria en la capital y el avance de alternativas populares en el resto del país, la derecha rápidamente cambia su discurso; en plena campaña tildaban a Villarán de roja o del caballo de Troya de los radicales, apenas se dieron cuenta que tampoco podían revertir su derrota electoral en el conteo de votos, lanzan un discurso más complaciente con la nueva alcaldesa, ahora es una izquierda responsable que esperan no se deje influenciar por los radicales, que la izquierda no ha ganado sino que es un fenómeno electoral suigeneris. Todo esto solo con el objetivo de no permitir que esta también se convierta en una derrota política, tratando de dar a entender que la gente no quiere cambios y que solo ha ganado el carisma de la candidata.
Esto de la Izquierda Radical (antisistema, retrograda, estatista, chavista, autoritaria, sectaria, terrorista, etc.) y por otro lado la Izquierda Responsable (Liberal, moderna, democrática, centroizquierda, etc.) es algo que la derecha lo maneja muy bien a través de los medios de comunicación buscando jalar al ruedo a la Centroizquierda y dejar fuera de todo derecho de participar en la contienda electoral a la Izquierda Revolucionaria y debemos reconocer que de parte de nosotros, los revolucionarios, no ha habido la respuesta adecuada, antes de tratar de robar cámaras y salir con declaraciones tardías y/o oportunistas frente al triunfo de FS, debiéramos salir a plantear nuestra propuesta de gobierno, nuestro concepto de democracia y sobre todo a dejar claramente sentado que como seguidores de Mariátegui, planteamos una Revolución en el Perú Sin Calco Ni Copia y de una vez por todas dejen de endilgarnos el papel de satélites de Chavez o de las FARC, para lo cual también será necesario sentar claramente nuestra posición respecto al papel de estos en los procesos revolucionarios de sus respectivos países.
La Izquierda, desde que los jacobinos asumieron una posición en la Asamblea Nacional de la Francia Revolucionaria, en general, siempre se ha distinguido por sus planteamientos progresistas en pro del colectivo antes que de lo individual, buscando la igualdad en la sociedad por medio de los derechos sociales (colectivos, civiles, etc.), frente a intereses individuales y privados, que es la visión tradicional de la sociedad que defiende la derecha, la Izquierda Revolucionaria, además de apelar a los derechos civiles, cuestiona el sistema económico capitalista y la democracia representativa, es por estas dos razones que recibimos feroces ataques de la derecha, que en aras de defender el sistema imperante busca descalificarnos como alternativa política.
No podemos caer en el tradicional discurso contestatario, es necesario aclarar, porque creemos que debe cambiar el capitalismo y la democracia representativa, planteando claramente nuestra propuesta; es más siendo esta nuestra posición, en este momento no estamos buscando en el corto plazo conseguir estos objetivos, solo planteamos que el estado vele por el bienestar colectivo y no por el de las minorías, para lo cual en lo concreto se plantea una nueva constitución, nueva república, un gobierno popular y lucha contra la corrupción.
Por ello debemos salir a aclarar, que sí somos de una Izquierda Revolucionaria, que busca la unidad de todas las izquierdas, progresistas y nacionalistas, para cambiar el rumbo de nuestra patria, por eso participamos en las elecciones, para a través del gobierno iniciar estos cambios.
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