jueves, 5 de mayo de 2011

DIRECTIVA SOBRE LA SEGUNDA VUELTA

“Proletarios y pueblos del mundo, uníos”
PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ
Patria Roja

POSICIÓN DEL PARTIDO SOBRE LA 2ª VUELTA ELECTORAL

DIRECTIVA NACIONAL
Reunido en Sesión Plenaria Extraordinaria, el Comité Central examinó, con agenda única, los resultados de las elecciones generales del 10 de abril y la política a seguir en la segunda vuelta. En concordancia con la naturaleza del evento, no se procedió a un balance completo del proceso electoral y el comportamiento del Partido en el mismo, sino a una evaluación parcial que permitiera tomar las decisiones correspondientes.
La presente directiva se compone de tres partes: a) los resultados electorales; b) la tendencia previsible; c) la política y las tareas del Partido.
Con relación a la primera cuestión:
1.- El proceso electoral tuvo un desenlace no previsto en la evaluación que hizo el IV Pleno del Comité Central a principios de año. En ese momento la candidatura de Toledo, que se presentaba con el rótulo de centroizquierda, parecía tener la mayor posibilidad de remontar la primera vuelta, escoltado por Castañeda. Kuczynski se encontraba por debajo de 5 por ciento y Humala se mantenía estable en 10 por ciento. Sólo Keiko Fujimori conservó su porcentaje electoral invariable, con un ligero crecimiento final.
2.- Es verdad que existe un espacio importante del electorado que quiere cambio del modelo de economía neoliberal y de las políticas de esa factura implementadas desde 1990 en adelante, que concentra la riqueza y excluye a la mayoría de la población. Al mismo tiempo, una derecha no dispuesta a ninguna concesión ni debilitamiento de sus privilegios, que se atrinchera en la Constitución de 1993, que ejerce una enorme presión política, mediática y de terror psicológico para impedir la elección de un candidato presidencial que no es de su agrado, tratando de vincular esa expectativa de cambio con terrorismo, chavismo, estatismo o populismo.
3. Toledo se encumbra, inicialmente, con la imagen de centro izquierda. Su llamada revolución educativa fortaleció esa imagen, atrayendo la expectativa de importantes sectores progresistas, dificultando con ello el crecimiento de la candidatura de Ollanta Humala. La campaña de los sectores más derechistas y el gobierno de García contra la candidatura de Toledo a fin de abrir paso a la de Kuczynski o Castañeda para su paso a la segunda vuelta, además de los errores del mismo Toledo, golpearon esa imagen y la debilitaron. Su caída posterior al 15 por ciento sólo era asunto de tiempo.
4. La estrategia de Humala, de correrse al centro, sin hacer mucho ruido, evitando caer en la confrontación o el radicalismo que le diera municiones a la derecha y su control mediático, le permitió ingresar en el espacio vació, absorber parte fundamental del electorado inicialmente simpatizante de Toledo, e iniciar una subida a mediados de marzo que ya no pudo ser detenida. El problema es que, para lograrlo, debió adelgazar su Plan de gobierno hasta casi reducirlo a una estrategia redistributiva. Su abandono de una nueva Constitución es parte también de este desplazamiento al centro, al estilo Lula, que ahora Vargas Llosa saluda.
5. Para la derecha financiera e intermediaria y para los grandes grupos económicos transnacionales que operan en el país, el candidato ideal fue siempre Kuczynski. Se jugaron esa carta para colocarla en la segunda vuelta, en una polarización derecha-derecha que creían segura, indispensable para que continúe intacta la gestión de García.
6. El nuevo escenario polariza entre dos candidatos que hasta principios de marzo no parecían viables. Para la derecha, la herencia que arrastra la candidatura fujimorista y su composición claramente fujimontesinista, no es bocado fácil de tragar. No le agrada por razones de imagen antes que por razones morales, democráticas, de justicia o desarrollo. Sabe que de llegar al gobierno continuaría la gestión de Alan García, con quien cogobernó desde el Congreso.
7. Todo ello acompañado de una campaña de presión sobre Ollanta Humala para obligarlo a capitular y, mejor, someterlo. Por angas o por mangas quiere tener la sartén por el mango. Kuczynski, en el papel de alcahuete de la derecha, se mueve agitando el gallinero mediático para obligar a las partes a firmar un “ Acuerdo por el Perú”, garante de que todo siga igual. Lo que busca es comprometer y amarrar de manos a Humala y, de no lograrlo, preparar el terreno para orquestar la campaña “antisistema”, exagerando los alcances de su Plan de Gobierno Inicial. Plan que, dicho sea de paso, será nuevamente modificado para la segunda vuelta, con un tono más claramente liberal, acento social, rescate de la soberanía y promesa de moralización.
II
8. Nos encontramos en un escenario diferente al que se podía prever dos meses atrás, pero también ante amenazas muy serias, no sólo por la posibilidad de continuidad del neoliberalismo duro que aplicó García, sino por todo los que significa el estilo mafioso que representa el fujimorismo. Con todas sus limitaciones, concesiones a las presiones de la derecha del Plan de Gobierno original, y también incertidumbres y riesgos autoritarios, la candidatura de Ollanta Humala representa una posibilidad de cambios parciales, sobre todo redistributivos de la riqueza creada, más inclusiva socialmente, comprometida en la lucha contra la corrupción, acorde, además, con la tendencia estimulada por el Banco Mundial favorables a que “ los grandes avances en desarrollo sean compartidos más equitativamente con todos los miembros de la sociedad”.

9. Estando pendiente de solución la contradicción cambio democrático y patriótico, por un lado, y continuismo neoliberal, por el otro, en lo inmediato enfrentamos una contradicción concreta que no debemos soslayar, menos desconocer. Se trata de derrotar la amenaza de una victoria del fujimorismo mafioso, corrupto, dictatorial, defensor a ultranza del neoliberalismo, con Keiko Fujimori a la cabeza, que cuenta con el respaldo del gran capital y las transnacionales. Y la única manera de lograrlo, donde el tema electoral se encuentra en el centro del proceso político, es inclinando la balanza a favor de la candidatura de Gana Perú.
10. Como se ha expresado en el pronunciamiento del Comité Central del 16 de abril, “El PCdelP-PR no forma parte de la Alianza Electoral Gana Perú, ni tiene alianza política con ella”. El respaldo público a la candidatura de Ollanta la hacemos desde una posición independiente, defendiendo nuestras banderas, con iniciativa, sin esperar cupos o ventajas a cambio.
Diferenciación e independencia son dos principios que orientan nuestro trabajo. Necesarios, además, para avanzar a construir un espacio de izquierda con capacidad de influencia y de creciente contrapeso frente a la ofensiva de la derecha, intensa en este período electoral, y más agresiva aun de instalarse el gobierno de Humala. La experiencia latinoamericana es rica al respecto.
III
11. Desde luego que la decisión de apoyar la candidatura de Ollanta Humala no significa un apoyo ciego o incondicional. Entendemos la necesidad que tiene de flexibilizar su táctica, pero toda flexibilidad tiene un límite, pasado el cual se puede incurrir en una política de capitulación. La experiencia del APRA es ilustrativa al respecto, o de la socialdemocracia europea antes de la Primera Guerra. Su propuesta de 10 puntos se aproxima mejor a una política de cambios; la elaboración de un nuevo plan ya anunciado, con la incorporación de un importante contingente de integrantes de la Comisión de Plan de Gobierno de Toledo y bajo presión de la derecha, pueden significar pasos atrás y cuyos alcances no se pueden prever en todos sus alcances.
12. No obstante lo dicho, los organismos del Partido a todo nivel deben prepararse y tomar medidas para tener una participación activa con propaganda, movilización, personeros, en coordinación con los comités de Gana Perú en las diversas regiones y provincias del país. Con ello nos proponemos: Fortalecer la campaña de Gana Perú en el lapso que queda hasta el 5 de junio; estrechar relaciones con los hombres y mujeres progresistas y de izquierda; afirmar la propia vigencia y personalidad del Partido, la Juventud Comunista y el MNI. Respaldar no significa mimetizarse, desaparecer como organización política, sino actuar con iniciativa, responsabilidad y amplitud. Una de las tareas consiste en impedir el fraude que prepara la derecha. Otra, contrarrestar con una prédica coherente la campaña de miedo, desprestigio y confusión en la que es diestra la derecha. Una tercera, contribuir a la preparación y participación de personeros en todo el territorio nacional. Finalmente, desbloquear cualquier tensión que pudiera haber con las bases del PNP, con la gente de izquierda y progresista con o sin partido.
13.- Difundiremos, por nuestra cuenta, hojas de propaganda colocando como eje la lucha para desenmascarar las ideas-fuerza de la derecha, la amenaza que significa el fujimorismo. Pero también de las razones y los fundamentos de un programa de cambio para el Perú. Pero debe hacerse sin chocar, menos confrontar, con Gana Perú, siguiendo el principio de unidad y lucha.
14. Siguiendo la iniciativa de los camaradas de La Libertad y Junín, que es correcta y oportuna, impulsar la constitución de frentes lo más amplios posibles en cada región o provincia, desde las bases, para impulsar la campaña electoral, de cara a las masas populares, colocándonos a la cabeza por el trabajo y la justeza de la orientación, involucrando a todos los sectores dispuestos a participar, dejando atrás sectarismos y hegemonismos. El principio a seguir: línea de masas; el método: persona por persona, casa por casa, pueblo por pueblo.
14. Culminada la segunda vuelta, se examinará el panorama político resultante y se tomarán las medidas del caso.
Lima, 16 de abril de 2011.
El Buró Político del Comité Central

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